jueves, 10 de mayo de 2018

Palabras Innecesarias



Hola mis queridos lectores, quiero decirles que he recibido y contestado a todos los que me han mandado sus saludos, buenos deseos y experencias.

Quiero saludar especialmente a Eloisa, mexicana de nacimiento pero residente en Europa, un abrazo fraterno y un caluroso saludo.

Se preguntarán porqué hago mencion de ella, si han seguido mi linea de tiempo sabrán que solamente me refiero a las personas que por multiples motivos han sido especiales en mi vida o me han dejado una gran enseñanza.

La vida a traves de los años nos enseña que el corcho se hunde y el plomo flota, nada en esta existencia nuestra es lo que aparenta ser, muchas veces la vida misma nos hace entender que las palabras son mas que innecesarias y que solamente nos queda poner cara de palo y ser hipocritas. Sé que suena muy mal esa palabra, en lo personal no me gusta usarla porque se escucha grotesca y muy ofensiva, sin embargo estuve invertigando un poco acerca del origen de esa palabra y es que se remonta a la antigua Roma cuando estuvo en auge el entretenimiento circense  habia una parte de los circos que actuaban especialmente para las altas esferas sociales y gubernamentales entonces, Hipocrita se le llamaba a aquel actor que podía un dia interpretar el papel de un rey y que al dia siguiente podía, sin problema alguno, interpretar el mendigo.

La muerte, definitivamente se ha convertido en el arma mas eficaz de aquellos que buscan hacer daño, dando como resultado de esta las ausencias irreparables y dolor que no se calma con analgesicos y es que nuestra amiga Eloisa me envió una carta que conforme iba leyendo mis lagrimas iban cayendo y es que pude notar en esas letras que el sentimiento con que se habia escrito se impregnó en mi y pude sentir ese dolor y esa angustia. Con el permiso de ella, yo se los comparto, no sin antes decirles que por seguridad tuve que cambiar el nombre :

Hola Mario,

Es un gusto saludarle desde lo lejos, soy mexicana pero por multiples razones tuve que salir huyendo de mi país y pedir asilo politico en una nacion de Europa. Tengo 28 años y una gran historia que contar. Mi familia nunca fue acaudalada ni tuvimos dinero, viviamos del diario, de lo que podíamos conseguir a diario, tuvimos una infancia dificil. A mis 22 años ya habia tenido muchos hombres en mi vida pero este ultimo era el diablo mismo. Me enamoré perdidamente del que sería mi maldicion.

Al inicio, como todo, fue color de rosa, me prometió el cielo, la luna y las estrellas, sin embargo a los pocos meses de estar juntos empezó el calvario que cambiaría mi vida para siempre, salí embarazada y la verdad es que al principio de mi embarazo todo parecía que se volvería como al principio, color de rosa, sin embargo, no fue asi recibi golpiza tras golpiza y solamente tenía que quedarme callada sin decir palabra alguna, nunca tuve el apoyo de mi familia. Al tiempo me di cuenta que la persona que yo consideraba, era el amor de mi vida resultó ser una persona muy peligrosa, asesino a sangre fría y pude comprobarlo cuando al momento que tuve mi hijo, tres meses despues él me lo arrebató y yo fui secuestrada.

Fuimos llevados a un lugar que no conocía, para no saber a donde ibamos me taparon la cabeza con una bolsa negra, solamente recuerdo que estando ahi vi como utilizaron a mi bebe para hacer un ritual satanico, frente a mi lo descuartizaron y se bebieron su sangre, a mi me violaron muchas veces muchos hombres durante mucho rato tanto así que quedé inconsiente y no supe nada mas de mí. Yo pensé que mi iban a matar, no esperaba salir con vida de ese lugar pero me dejaron en un pueblo de mala muerte, cuando desperté una señora muy amable me dijo que a su hija le habia pasado lo mismo y que esos hombres le habian pagado a ella para que me cuidara hasta que me sintiera mejor y me fuera a mi casa. Traté de hablar con mi familia pero no pude sino hasta dos horas despues...”

Es parte de la carta de Eloisa que a grandes rasgos nos dice lo que ya les habia indicado yo, en este mundo el corcho se hunde y el plomo flota, ella me indicó que en una de nuestras publicaciones pudo encontrar un mensaje de paz, una palabra de aliento, esa palmadita en la espalda que nos dice “Vamos, todo es pasajero en la vida, todo estará bien !” es inimaginable el dolor y el sufrimiento al que esta mujer se enfrentó algo indeseable, incluso para nuestro peor enemigo.
Muchas veces los golpes de la vida (llamese diablo, llamese destino, etc) nos enseñan a que simplemente lo que nos queda es recoger, empacar y marcharse con los restos golpeados de nuestra dignidad y caminar de frente, por la puerta grande. Historias como la de Eloisa nos dictan la pauta que, cualquier cosa que nos pudiera pasar, no son nada en comparacion a lo que ella sufrio. Ayer leí algo que me dejó muy pensativo ya que personalmente estoy pasando una transicion bastante compleja, familiarmente hablando y en esas situaciones es que nos damos cuenta que las palabras que nos puedan decir caen como hojas de otoño y el viento vuelan en el aire, se convierten en palabras innecesarias cuando con la voz dicen algo y con las acciones demuestran todo lo contrario y dejan en evidencia su simple humanidad y lo vil que las personas pueden llegar a ser.

“Vi como la mentira y la excusa le facilitó la vida, tanto que se volvió en habito, el habito en constumbre y la costumbre se convirtió en ley” este pensamiento me cayó como anillo al dedo, nosotros simplemente no podemos confiarnos del hombre, aunque sea nuestro propio padre, porque incluso este nos traiciona. Hay que ser hipocritas, debemos saber interpretar el papel del rey y el papel del mendigo, reir en la alegría y reir en la tristeza, tragarse el orgullo y saber pedir perdon y tambien tragarse el orgullo para poder perdonar, tragarse las palabras de odio y saber decir las palabras de amor y aliento.

La vida no es facil mis queridos lectores, Eloisa ya nos mostró que no lo es y yo se que muchos de ustedes e incluso yo tenemos una historia que contar, podemos decir que venimos de un lugar de tierras aridas pero que nuestro final será el que Dios tiene preparado para nosotros y no un mundo donde el corcho se hunde y el plomo flota.

Que Dios te bendiga !

El Hipocrita,
Mario Forgas

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