jueves, 10 de julio de 2014

Como pasajero.

Hola a todos. Yo aquí, de nuevo deseándoles muchas bendiciones de lo alto. Arrancamos....

Bueno les cuento que regresé a  mi ciudad en la Costa Norte de Honduras, Dios me ha bendecido bastante estos días, no me quejo para nada hehe!

Una noche como a eso de las 2:00 a.m. venia con mi jefe de terminar operaciones en el barco de un cliente que estamos tratando de traer a la empresa, veníamos entrando a la ciudad y un tramo de la carretera rodea una bella laguna que caracteriza a Puerto Cortes, la Laguna de Alvarado. Era muy tarde y yo venia conduciendo pero era una noche espléndida, la luna estaba en toda su belleza cuando de repente mi jefe me dijo "tengo tanto tiempo de pasar por aquí pero nunca me habia percatado de lo bonita que se mira esta laguna, es lo bueno de no estar manejando y andar como pasajero..."

Inmediatamente vino a mi la reflexión, fue un chispaso de luz. Y es que muchas veces nosotros anhelamos liderazgo pero no con el afan de llevar a otros a la excelencia de la cruz, sino que queremos liderazgo solamente por sentir que vamos conduciendo, que tenemos el control, que sin importar lo que los demas opinen tendrán que ir a donde tu quieras ya que tu vas conduciendo.

Hoy le hablo a todos esos líderes, ministros, pastores, etc. que olvidaron qué se siente el andar como pasajero cuando vemos los pequeños detalles que se nos presentan, esos detalles que no podríamos ver si estamos conduciendo.

Recuerdo cuando empecé a conducir, yo queria manejar hasta China de ser posible, tomar el control del vehículo y conducirlo, sentir que estaba manejando algo, sentir esa sensación inexplicable que vas controlando y que nadie te puede decir nada.

Así pasa ahora desgraciadamente... nos topamos con líderes que, ojo, no digo que sean vanagloriosos o altivos, sino que le tienen miedo al fracaso y prefieren manejar todo ellos y nunca tomar el lugar de pasajero. Es necesario no solamente ver la calle, no es el tiempo que te tardes en llegar lo que importa, sino como disfrutas el viaje.

El Señor nos pone tantas cosas bellas que no queremos ver por estar tan ocupados, solo recuerdo esas palabras de Jesús, "Marta, Marta...!

Creo que es tiempo que nosotros mismos nos detengamos y dejemos que otro maneje un rato, si podremos ver la belleza del paisaje y no aburrirnos del viaje.

En Jesus...!
A. Mario R. Forgas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario